Primeras sensaciones en carretera con la RAY 7.7

Tuvimos el placer de probar la RAY en el Test Drive del Parc Ciclista del Llobregat en Sant Joan Despí el pasado 17 de diciembre de 2020, en el que descubrimos su enorme potencial. Sin embargo, el limitado recorrido de ese circuito urbano no nos permitió saborear al máximo las actitudes de esta moto homologada como L3e o equ. a 125 y tampoco ver de lo que era capaz en tramos interurbanos que es realmente para lo que ha sido diseñada. Es por eso que hace unos días tuvimos la posibilidad, ahora sí, de testearla en carretera abierta, sin límites ni fronteras municipales.

Antes de entrar en materia un breve repaso de la historia de esta empresa liderada por dos jóvenes emprendedores: Iñigo Raventós Basagoiti y Juan Luque Masó, ambos expertos del sector eléctrico y ligero. Su amistad y conocimiento del mundo de las 2 ruedas les sirvió en el 2019 para gestar un proyecto disruptivo, cuyo objetivo principal es ofrecer una solución de movilidad a esa parte de la población que debe afrontar recorridos y distancias interurbanas en su día a día.

Usuarios que hasta ahora no tenían más remedio que hacer ese trayecto en vehículos térmicos, mayoritariamente coches, o utilizar el transporte público en hora punta y que ahora con la llegada de RAY se les abre una nueva puerta para desplazarse de forma silenciosa, ágil, cómoda, segura y económica. El modelo 7.7 es capaz de ofrecer una autonomía de hasta 150 km, alcanzar con rapidez los 125 km/h y moverse de forma cómoda al tratarse de un scooter de rueda grande y piso plano al que se le puede equipar de serie con un frontal parabrisas y un cofre trasero. La RAY es en definitiva una moto polivalente: herramienta para desplazarse de A a B a costo muy económico (1 €/recarga) de lunes a viernes y una excelente amiga de fin de semana con la que disfrutar del tiempo libre.

Novedades y mejoras

Gorka Lozano, Chief Marketing Officer de la marca, nos explica las últimas mejoras que han incorporado a la moto como el nuevo set-up y afinamiento tanto en la amortiguación delantera como en la trasera. También nos informa que han decidido diseñar y fabricar sus propias llantas, lo que les asegura un encaje óptimo en el conjunto final, difícil o casi imposible de conseguir con una propuesta genérica de mercado.

Otro detalle que demuestra la calidad de los componentes la encontramos en los mandos y acelerador en los que han confiado en la prestigiosa marca italiana Domino. El bombín de arranque y las cerraduras de la moto son de la firma italiana Zadi. Son detalles que nos reafirma que estamos ante un producto premium como el que fabricaba BMW hasta junio del 2020 con su modelo C-Evolution y que dejó de ser viable principalmente por su alto precio, poca autonomía y su enorme peso.

Respecto a la conectividad de la RAY, está acorde y en sincronía con las nuevas tecnologías y es que han conseguido diseñar e implementar con éxito un módulo 4/5G que permitirá actualizaciones OTA y un emisor de radio Bluetooth para la comunicación con la APP de nuestro Smartphone. En la información que viaja al Cloud está también el aviso por movimiento que detectará el acelerómetro y que nos avisará al móvil a modo de alarma en caso de robo o cualquier movimiento indebido que sufra la moto. La geolocalización además siempre estará activa lo que nos permitirá saber dónde se encuentra en todo momento.

Experiencia de uso

Nos subimos a la moto con el objetivo de completar una ruta circular que nos permitirá ir por autopista, subir y bajar por una carretera de montaña y rodar por la ciudad de Barcelona a hora punta.

Primer paso, plegar el caballete e iniciar la marcha y aquí otra novedad y es que basta acariciar al acelerador para que traccione la rueda trasera y liberar así el caballete. Algo muy cómodo a lo que te acostumbras rápidamente, de la misma forma, pero en sentido inverso para desplegar el caballete nos ayudaremos del botón de marcha atrás a la vez que accionamos “un pelín” el acelerador.

Ahora sí, iniciamos la marcha y para ello seleccionamos el modo City. Lo que más sorprende es su retención y es que apenas hay que tocar las manetas de freno, dado que es el mismo motor el que detecta la desaceleración, activando automáticamente la generación de energía que es utilizada para recargar la batería.

La intensidad del freno regenerativo es además regulable por el usuario a través del mismo acelerador en su parte inicial de giro, algo ingenioso y que no lo habíamos visto en ninguna otra moto eléctrica.

Después de un par de semáforos y tres rotondas accedemos a la autopista con destino a Sant Cugat del Vallés, tramo en el que nos permitirá ponerla al máximo para ver de qué es capaz esta eléctrica de nueva generación. En ese tramo inicial pasamos de City a Flow, modo que permite también llegar al límite de velocidad, pero sin retención alguna al dejar el acelerador momento en el cual tienes la sensación de navegar a vela. 

Continuamos en Flow por la autopista, dejando a nuestra derecha las poblaciones de Molins de Rei y El Papiol hasta llegar al enlace con la AP7. Ahí decidimos conmutar al modo SPORT y poner la moto a 120 km/h en un plis-plas. A velocidad punta y de forma sostenida recorremos unos 5 km en los que no notamos vibración alguna ni de chasis ni ninguna otra incomodidad que pusiera en riesgo nuestras altas expectativas. A lo lejos vemos warnings encendidos y de los 124 km/h de marcador tuvimos que soltar gas para adaptarnos a las retenciones típicas de esa zona. Para surfear ese tramo agradecimos que la moto no tuviera unas dimensiones mastodónticas y es que para sortear este tipo de tráfico “aburrido” no hay nada mejor que tener una máquina con manillar corto, un acelerador sin retardos y poco peso, lo que permite driblar fácilmente a los de “cuatro ruedas”.

Seguimos hasta el desvío que va a Barcelona por los túneles de Vallvidrera y salimos por la comarcal BV-1462 en dirección Las Planas. Allí empezamos a rutear y disfrutar de una carretera de montaña que enlaza esta población con la zona alta de Barcelona. Para ese tramo de curvas, escogemos el modo Sport que es perfecto gracias a su retención muy similar al modo City y que también permite regenerar antes de entrar en curvas prescindiendo casi por completo de las manetas de freno. Aquí es cuando uno piensa que esto del regenerativo lo deberían tener todas las motos eléctricas.

Llegamos a la población de Vallvidrera, punto más alto de nuestro recorrido, y de allí bajamos hasta la gran urbe. Una vez en Barcelona pasamos a modo City que lejos de ser aburrido, permite aceleraciones de infarto y es que estamos hablando de una máquina con un par motor brutal y sensaciones dignas de una moto de competición.

Ya finalmente y después de muchos semáforos y aceleraciones salimos por la Diagonal para regresar a la fábrica de RAY. Sólo faltaba testear las suspensiones, por lo que fuimos a una zona industrial bacheada y con asfalto algo estropeado para ver de qué eran capaz los amortiguadores traseros y la horquilla delantera de la casa OLLE. Allí vamos y efectivamente el terreno era deplorable, aun así, la moto se comporta bien, no hace extraños y no hay pérdida de tracción. La seguridad es máxima incluso cogiendo rotondas en mal estado como fue el caso.

Y ya con esa última prueba, llegamos de nuevo a nuestro punto de partida para finalizar la ruta que nos ha permitido comprobar que estamos ante una moto eléctrica premium, como también lo fue la BMW durante años, ambas con motor central y aceleraciones de vértigo. Todo lo visto y catado nos ha gustado mucho y eso que la unidad testeada era todavía un prototipo, aunque muy cercano a las unidades finales que según nos comenta la marca, estarán disponibles a finales de Julio.

Puntos de mejora

Es difícil sacar peros en esta moto y es que realmente todo le encaja bien. Algunos participantes en foros de motos eléctricas critican su diseño quizás algo atrevido y según dicen poco glamuroso teniendo en cuenta que es un producto de 7500 € en el que quizá se esperaba un estilo más de… “traje y corbata”. También es cierto que una vez la han visto en directo nos cuentan que la moto gana mucho y que ya no la ven tan “Yamaha JOG”. También hay comentarios que echan de menos que no haya disponible una versión en formato maxi-scooter que permita llevar holgadamente a un segundo pasajero y con capacidad de almacenamiento de hasta 2 cascos bajo el asiento.

Es cierto que el diseño es diferente a los scooters clásicos a los que estábamos acostumbrados, pero estamos hablando de una moto eléctrica en la que creemos se ha primado conseguir aunar las bondades de un motor central con transmisión a correa y un pack de baterías simétrico instalado en la parte inferior del chasis para conseguir un excelente centro de gravedad lo que le da ese aplomo y seguridad en paso por curva que ninguna otra moto del estilo ofrece y mucho menos las de gasolina.

También se echa de menos tener ABS y Control de Crucero algo que cuesta encontrar en las motos eléctricas y que los usuarios no acabamos de entender. Ya puestos nos encantaría que la APP mostrará la ecualización de las celdas para estar seguros de que nuestra batería goza de buena salud en todo momento.

Conclusión

Experiencia de uso magnífica en todo el recorrido, sorprendente lo mucho que regenera en modo City y su extrema aceleración de 0 a 50 metros en tan sólo 3 segundos, que para ciudad os aseguro es una delicia. Todo muy bien pensado: cargador on-board, enchufe tipo2 para poder recargar en la mayoría de PDR’s públicos y privados. Mires por donde mires se ven componentes de calidad y una batería con celdas también de primera marca. Estamos hablando de un producto de 7500 € que no la podemos comparar con ningún otro scooter asiático por estar ésta en un rango de voltaje muy superior lo que la hace la más rápida en su categoría. Si tienes dudas pruébala, pero cuidado porque no te quedará otra que jubilar a tu Honda Scoopy 300cc o Yamaha X-Max. Bromas aparte, si la pruebas te la quedas y es que te encantará rodar en esta eléctrica.

La RAY 7.7 no sólo está orientada al usuario final, sino que la marca también se plantea ofrecerla a las diferentes administraciones públicas por encajar perfectamente con los requisitos que solicitan. Será interesante ver como en muy poco tiempo vemos a la marca del rayo por las principales ciudades de nuestro país, como vehículos de asistencia sanitaria, protección civil y en estamentos públicos que quieran apostar de verdad por vehículos eco-friendly.

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